La plata de la Anses –los jubilados presentes y futuros- puede ser insuficiente para que el Gobierno no caiga en default el año que viene. Después de la estatización de las AFJP, y sin acceso a los mercados gracias a la deuda con los bonistas, el Club de París y la estafa del Indec, Néstor y Kristina van por una nueva caja: la de las empresas privadas.
La prohibición del pago de dividendos a Edesur y la embestida contra Techint es sólo un indicio, a lo que hoy debe sumar el interés de los K en Telecom e YPF.
La preocupación oficial por la fuga de capitales (ver el nuevo accionar del secretario de Comercio Interior frente a las importaciones y las declaraciones del vicepresidente de la CNV, Alejandro Vanoli, en los últimos días) y la “administrada” devaluación del dólar buscan resguardar la futura caja: evitar que salga plata y mejorar la productividad de las empresas.
Los tentáculos oficiales comenzaron a llegar de la mano de los nombramientos de directores en las empresas privadas (gracias las acciones que las AFJP tenían de esas firmas) y la designación de hombres de la Sigen en diferentes compañías.
Todo esto hay que enmarcarlo en un escenario de deterioro de la actividad económica –léase recaudación- en el segundo semestre del año. Recordemos: este es un Gobierno que gestiona, sin diálogo, a través del chantaje que permite la discrecional distribución de fondos. Para este Gobierno, sin fondos, no hay política.
martes, 16 de junio de 2009
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