Los dinosarios sí eran peligrosos

Si hay gente que hace quedar bien a los Kirchner son personajes como el represor Luciano Benjamín Menéndez, un asesino de la última dictadura militar.

En su descargo, en el juicio que se realiza hoy ante las cortes cordobesas, dijo sulfurantes cosas como las siguientes: “Los argentinos sufrimos una guerra organizada por los sicarios vernáculos del comunismo internacional”.

"Antes los terroristas estaban en la legalidad, ahora se apropiaron de la legalidad y pretenden ser pacíficos. Quieren destruir nuestro sistema de vida pacífica".

"Los guerrilleros de los '70 está hoy en el poder".

Sinceramente, si algo correcto impulsó el kirchnerismo, aunque después se cansó de utilizarlo políticamente, es el juzgamiento genocidas que organizaron la sistemática desaparición, tortura y asesinato de miles de personas. Un Estado nunca puede entrar en guerra con sus ciudadanos, tengan las ideología que tengan.

Claro que es irreal pedirle a un Estado de facto que respete las leyes y los convenios internacionales de Derechos Humanos. Pero en la actual situación de derecho, la única manera de impulsar y sostener la memoria, importante para que las cosas malas no se repitan, es a través de la Justicia.