¿Estuvo bien la actitud de Riquelme de gritarle el gol a un hincha en forma de revancha? Claramente, no. Como bien dicen por ahí, ya que Román siempre es noticia, puede incitar a la violencia más allá de que el pavote del palco se merecía un buen chas chas sanisidrinse en la colita.
No obstante, es más interesante reflexionar sobre las distintas velocidades de la Justicia. No veo a nadie haciendo nada por las tierras que compra Cristina Kirchner en El Calafate a 7,50 el metro cuadrado y que se marido vende a Cencosud a 2 millones de dólares, como tampoco veo a nadie de la Justicia actuando con la misma celeridad y rigurosidad que con el astro xeneise cuando el hijo de la Presidenta anuncia que va a poner una consultora financiera. Repito: el hijo de la presidenta, quien puede tener acceso a información confidencial.
Tampoco observo mucho movimiento en el patético Poder Judicial declarando inconstitucional el posible blanqueo de dinero anunciado por el Gobierno que habilita a narcotraficantes a lavar plata en la Argentina o que declarará nulas causas como las de Skanska (que comenzaron como delitos tributarios).
Es para reflexionar entonces sobre el por qué es tan fácil y mediático acusar a Riquelme por un gesto, probablemente innecesario, y por qué es tan difícil y lento controlar cómo el Gobierno hace plata por izquierda.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario