jueves, 16 de agosto de 2007

Bañadera de famosos

Mmm... Sin ni siquiera soñar en ponerme como Mariano Grondona, puedo contarles que un par de hechos, aparentemente inconexos, me hicieron ayer reflexionar sobre el tópico de la fama.

Ayer, me crucé en la estación Agüero de la línea D de subtes a la pareja feliz integrada por los ex Gran Hermano, "Oshito" -un poco más flaca o más tapada por la ropa invernal- y el ruloso xxx que se la chapó. A las dos cuadras de verlos, y lo más preocupante de reconocerlos, me puse a pensar cómo había podido identificarlos. ¿Cuál había sido el diabólico mecanismo mental que los había incrustado en mi cerebro?

Increiblemente, unos días atrás me topé con la pareja (de baile) de Matías "el impresentable" Alé en la calle. Al segundo, sin ser un seguidor habitual de Bailando por un Sueño, la reconocí. Otra vez lo mismo. Una ignota bailarina, y yo sabía quién era.

Pero, estos inesperados encuentros no fueron mis únicos roces con la fama. Años atrás, mientras movía mis caderas en un boliche de la costanera, le clavé la mirada a una infartante rubia. Ni bola! Aunque yo me veía sexy, puedo decir con certeza que ella ni se fijó en mí. Hoy en día es una super estrella en la Argentina y del otro lado de la Cordillera por su fastidioso baile del Koala. Si! nos estamos refiriendo a la "cabeza hueca" de Rocío Marengo.

Pero esto no queda acá. Yendo más atrás en el túnel del tiempo, recuerdo una fiesta en la que, medio borracho y después de destruir el parabrisas de un amigo, me encaré a otra bonita blonda. En ese instante, cuando todavía no era nadie, reboté como una bolita de acero en un pinball. Se trata de la ahora "cuasi" famosa, ex bandana, Virgina Da Cunha.

Más allá de ser un LOOSER con las mujeres, me impresionó la cantidad de gente famosa que, por una u otra razón, se había topado en mi camino. No obstante, poco después comencé a pensar el tema desde otro ángulo ¿No será que hace un tiempo que cualquier persona, por más boluda, incapaz e inútil que sea, se hace famosa? Esa pregunta, claro, terminó por darme una respuesta más coherente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es interesante, Kiser Soze, tu razonamiento. Una cosa aún más interesante de saber sería pensar en cómo es que reconocés a "Oshito" sin haber visto GH. cómo es que llegan estos personajes "famosos" a nosotros sin que seamos adictos a esos programas, no?