"Mi sueldo es una porquería". Esta es una frase que debo haber repetido más de un millón de veces. Probablemente, es una de las más utilizadas de mi repertorio. Pero a no amargarse. Como bien dicen los posmodernistas, todo es relativo. Hurgando en las recónditas esquinas de la red de redes me encontré con que mi salario anual (US$ 8233) está entre el 13,69% más rico del mundo.
Sí!!, ahora resulta que soy rico, cosa que me alegró una mañana gris signada por la gran incertidumbre devenida de la crisis bursátil mundial. Que coletazo, ¡por Dios! Si les interesa hacer el cálculo de qué barita mágica los ha tocado en el capitalismo salvaje, pueden hacerlo en la página Global Rich List, sitio que encontré en el blog Finanzas Públicas.
jueves, 16 de agosto de 2007
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