lunes, 13 de agosto de 2007

La bola de vidrio (no de cristal) de los economistas argentinos

"¿Existe o no existe la crisis energética? mmm...", se preguntaría con su dedo índice en sus mejillas la señora Mirtha Legrand casi emulando la trascendental pregunta shakespeareana. Lo cierto es que despúes de varios cortes de electricidad relámpago en algunos barrios -muchos encubiertos en villas-, restricciones a las industrias que repercutieron fuertemente en los indicadores de producción y la falta de GNC para los sensibles taxistas, parece que no hace falta una respuesta explícita.
La insólita versión oficial es que hay "problemas" debido al gran crecimiento económico y un frío polar no visto desde hace 45 años. Habría que ver si en Canadá se corta cada dos por tres la luz, ¿no?.
Más allá de la inverosímil justificación oficial, en este primer post, sería divertido ver qué decían los agoreros económicos antes de que a fines de mayo se registraran los primeros suplicios en el sistema energético. Veamos:

Manuel Solanet (Infupa)

La falta de inversiones en generación eléctrica ya está limitando el crecimiento industrial y crea costos adicionales. Lo mismo ocurre con el gas, que además, y junto con el petróleo, están reduciendo sus saldos exportables.

Miguel Braun (Cippec)

¿Qué crisis? Cortes selectivos y temporarios no son una crisis. Lo que tenemos es un desafío de mediano y largo plazo para generar fuertes inversiones en el sector si queremos seguir creciendo a tasas altas.

Fernando Navajas (FIEL)

Todo depende. Los niveles altos de hidrología enmascaran la ausencia de gas y sacan de terapia intensiva a la generación térmica, mientras que los cortes en electricidad van a seguir. Otra película: Malas noticias de lluvia o de Bolivia.

Juan Massot (Universidad del Salvador)

No afectará la producción, salvo en el margen. El mayor impacto podría estar en la imagen del Gobierno, según cómo esté y los medios administren la información.

Juan Llach (IAE)

En 2007 tendrá un impacto muy limitado, salvo si hace mucho frío. Pero ya hay inversiones que no se hacen por incertidumbre energética y veo más problemas en 2008 y después, incluyendo la extinción gradual del superávit comercial energético de 6000 millones de dólares.

Mario Brodersohn

La falta de inversiones y el alto crecimiento están llevando a caminar por el borde de la cornisa en el campo energético. La caída persistente en los últimos años en la producción de petróleo es un ejemplo de esta tendencia. Es necesario comenzar a corregir las distorsiones de precios existentes antes de que sea verdaderamente tarde.

Pedro Lacoste

En un equilibrio tan fino como el que transita nuestro país en materia energética, la habitual influencia del clima se potencia, dificultando las predicciones. Existe una inconsistencia entre pretender seguir creciendo al 9% y no alentar más las inversiones en el sector. Los cuellos de botella energéticos son así una amenaza latente e inevitable, que no debiera aguar la fiesta de 2007, pero que podría condicionar mucho el segundo mandato.

Nicolás Bridger (Prefinex)

El parque energético está operando casi al limite, con el Gobierno corriendo atrás de la pelota. Esto no es el mejor de los mundos, de hecho podrían surgir inconvenientes ante picos de consumo. Pero no consideramos que constituya un obstáculo para otro año de 8% de crecimiento.

Javier Alvaredo (ahora Gobierno)

No nos gusta el nombre crisis para referirnos a la cuestión energética. La palabra restricciones suena más adecuada. Vemos que el Gobierno no modificará su política, que los empresarios, sobre todo la industria, están tomando medidas para evitar cuellos de botella, aunque claramente la situación requerirá de cambios, esperamos, tras las elecciones. Los precios residenciales están muy distorsionados y eso no genera espacio para la inversión privada, que es necesaria.

Agustín “El Negro” Monteverde

El Gobierno seguirá cargando a las industrias y localidades chicas con el mayor peso de la insuficiencia energética y probablemente tolere otros pequeños ajustes de precios (combustibles). El adelantamiento de producción que, por temor a los cortes estivales, hubo en el último trimestre de 2006 tendrá como contrapartida una caída de la actividad industrial en estos primeros meses del año.

Aldo Ferrer (antes de la valija voladora)

No hay crisis energética. Sí hay una economía que crece y demanda energía, la que podrá ser satisfecha si se cumplen los planes en curso y previstos, y si logramos, como en los países desarrollados, un uso más racional de la energía.

Leonardo Bleger (Credicoop)

La magnitud de las restricciones dependerá, en parte, del clima. El efecto general no será grande, pero puede impactar en la producción y en inversiones de ciertos rubros industriales intensivos en energía.

Rogelio Frigerio (Economía y Regiones)

En lo que respecta al consumo de hidrocarburos, el problema derivado de la falta de inversión en exploración y producción se pondría de manifiesto sólo en el próximo año. La energía eléctrica tampoco generará problemas significativos.

Carlos Melconian

Si el clima y la lluvia no juegan en contra, con plata no habrá crisis. Pero sí julepe . Los costos empresariales por energía van a aumentar. Crisis no, pero si la demanda sigue, vamos a morder clavos en esta materia por lo menos de dos a cuatro años más.

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