Al final, mientras sobrevuelan los fantasmas de un nuevo default (en realidad ya estamos embarcados en uno si entendemos que a los bonistas con papeles atados al CER no se les está pagando porque el Gobierno dibuja el dato del Indec), el Gobierno decidió pagarle al Club de París la deuda de 6700 millones de dólares.
Se pagó al contado y sin refinanciación para evitar fundamentalmente que el FMI haga una auditoría de la economía argentina, tal como dice una clausula de ese grupo de acreedores. En caso contrario, existía la posibilidad de pagar los intereses al contado y haber refinanciado el resto, más teniendo en cuenta que quizás el país necesite de las reservas del BCRA el año que viene (un año con muchos vencimientos de deuda y en el que habrá altos niveles de gasto por las elecciones legislativas).
Las críticas de la derecha afirman que no se puede usar reservas del Central para pagar deudas. Estos fondos son el respaldo del dinero circulante y deben servir para proteger el valor del dinero. Por izquierda, se dice que se paga al contado a un club de acreedores cuando no se quiere saldar una deuda "legítima", por ejemplo, con los jubilados (en el Parlamente se está discutiendo una ley de movilidad y la fórmula propuesta por el Gobierno es bastante mezquina).
¿Mejorará el país, despues de haberle pagado al Club de París? Probablemente no, si no hay un cambio institucional de fondo. La principal deuda es la insostenible situación del Indec.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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