Después de la valija de Antonini, el Indec, Skanska, la compra de votos y demás actos de corrupción de este Gobierno, asistimos al nuevo e increíble curro de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Juguemos a un juego. Supongamos que el El Informante es el presidente de la nación (no el diario sino del país), algo plausible en un futuro cercano. Como líder del Ejecutivo, El Informante tiene acceso a información privilegiada, pero además, cada decisión suya impactará de una manera previsible en el mercado financiero.
Entonces, en caso de que El Informante quisiera hacerse unos manguitos extras, ¿qué haría? Ponerse una consultora financiera, obvio.
Ahora supongamos que compro muy baratos los devaluadísismos títulos de la deuda pública que ajusta por inflación (CER) y días después anuncio cambios trascendentales en el Indec, donde el dato del IPC está manipulado por el Gobierno. Automáticamente, esos títulos subirían muchísimo, lo que le daría a los dueños jugosos beneficios. Algo similar, podría hacerse en el mercado cambiario con el dólar.
Ahora en serio. Después de especular en el mercado hipotecario con regaladas tierras en Santa Cruz, la Presidenta acaba de inaugurar su empresa El Chapel S.A., que estará dirigida por su hijo Máximo y que proveerá asesoramiento financiero. Salvo que mamá no le pase los tips a su hijo cuando cocina, hay un serio problema ético en esto y supongo que legal también.
¡AHH! Pero claro, como denunció Lorenzetti, el presidente de la Corte Suprema, el Ejecutivo presiona mucho a la Justicia en la Argentina. MMM.....no creo que pase nada. Maxi, laburá tranquilo viejo. Papá y Mamá te tiran la data y vos juntás la tarasca.
lunes, 22 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
es increible eso viste? Te juro, no hay nadie que me de tanto rechazo que ese Maximo..esa cara de ladri es tremenda
La verdad es que tiene mucha pinta de chanta, tenés razón.
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