Mmmm... Como Mariano Grondonaeeee... hoy estoy filosófico (si se puede llamar a eso filosofía). Y sí, en el aniversario del asesinato del Che, me atrevo a una discusión de cierto nivel académico. Por eso, les digo a mis muchos lectores
marxistas-leninistas: !No soy un frasco vacío que se olvida de la historia! Y para citar a un gran filósofo jamaiquino (Bob Marley), digo:
In this great future, you can't forget your past. Les leo el pensamiento y sé que dice lo siguiente: "Este muchacho no ve el bosque, porque se la pasa mirando el árbol. Sólo habla de la inflación, previsibilidad empresaria, oferta y demanda. ¡Puaj! Cerdo capitalista. Pero hay algo más grave y tiene que ver con este sistema injusto (el capitalismo) que sólo crea desigualdad y explotación. Este pibe es un superficial que sólo critica lo que pasa dentro de este modelo hegemónico".
Pero yo les contesto con un
NO rotundo. Acá va mi descargo: como primera aclaración, vivimos en el capitalismo y, por eso, los que tenemos la responsabilidad de que sea más "amigable" (como diría un gerente de sistemas de alguna rapaz empresa), debemos criticar sus excesos y sus consecuencias. Es que, mirando la historia, sabemos que es probable que toda nuestra vida, la de nuestros hijos y nietos se vivan dentro de este modo de producción. ¿O no duraron las diferentes formas de propiedad -tribal, antigua o feudal- cientos de años?
Pero para ir un poco más allá. La mejor forma de ir hacia un socialismo o un sistema más justo, diría el propio Karl Marx, es hacerlo funcionar de la mejor manera posible con el objetivo de que, en el pico de su esplendor, muestre todas sus contradicciones. Más allá de la locura de este
post, es preciso, como afirmaría el Che, hacer de este mundo, un mundo que deje de excluir y marginar, para incluir y compartir. Hacerlo un poco más justo, desde el capitalismo o donde sea. El objetivo es denunciar para mejorar. Hacia allí apunta
El Informante.
Y si quieren más, acá va algo de su propia medicina:
"El antiguo poseedor de dinero abre la marcha convertido en capitalista, y tras él viene el poseedor de la fuerza de trabajo, transformado en obrero suyo; aquél, pisando recio y sonriendo desdeñoso, todo ajetreado; éste, tímido y receloso, de mala gana como quien va a vender su propia pelleja y sabe la suerte que le aguarda: que se la curtan". (El Capital, Karl Marx).
El otro día fui a comprar un split a Garbarino. No quiero hacerles una crónica sobre qué consume El Informante, aunque hay un detalle que me parece bueno tener en cuenta sobre la sensación térmica que existe en el mercado sobre la inflación. 
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